Muchos padres sienten un amargo resentimiento hacia el hecho de la homosexualidad de su hijo/a. Este sentimiento está basado en el falso entendimiento de que ser homosexual es algo elegido, que ésta fue una decisión consciente, y que quizás, incluso, fue hecha para herirlos a ellos. De hecho, los homosexuales no eligen su orientación sexual. Ellos simplemente son lo que son: la homosexualidad es su verdadera naturaleza. La única alternativa que tienen la mayoría de las lesbianas y los gays es ser honestos sobre quienes son, o esconderlo. Esconderlo impone una tremenda carga. Significa vivir una mentira día tras día. ¿Qué padre o madre podría querer que un/a hijo/a suyo tenga que vivir de esa manera?
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